PUMBY de José Sanchis

PUMBY 1 – Editorial Dolmen/Sello Fuera Borda

Hubo un tiempo en nuestro país que cuando alguien preguntaba por el gato más famoso de los tebeos, a nadie se le hubiera ocurrido decir Garfield o Blacksad o Félix. El gato que todo el mundo conocía por los tebeos, y que más éxito tenía entre los niños (y los mayores) era Pumby, el gatito feliz.

Pumby es una creación del ARTISTA, así con mayúsculas, José Sanchis Grau (ojo, Sanchis y no Sanchís, sin acento en la i), guionista y dibujante de muchos otros personajes y series, pero a los que este simpático gato, siempre alegre y dispuesto a ayudar al prójimo, eclipsó con su enorme éxito.

Publicado en diferentes revistas de la mítica Editorial Valenciana, Pumby nació en 1955 (aunque un año antes ya había aparecido una historieta de una página en la revista JAIMITO, de un gatito anónimo) y continuó publicándose en diferentes formatos y nombres hasta los años 80.

El personaje perdió fuelle en la década de los 70, quizá por el abandono de las historias largas con el típico «continuará» donde Sanchis desataba todo su talento e imaginación desbordante, regresando a las historietas de una página, quizá por la llegada de otro tipo de cómics al mercado español, por el cambio en los gustos del lector, la invasión cada vez mayor de la caja tonta, que sé yo…

La cuestión es que Sanchis siguió con su personaje (y con su arte) y luchó por conseguir los derechos de su autoría (como su personaje, era hombre de principios y luchador incansable contra las injusticias). Y ganó. Aunque ese reconocimiento fuera más artístico y poco (o nada) económico. Y le duró poco, pues tristemente falleció unos años después del fallo de la sentencia.

Casualmente, conocí a una familiar suya que fue mi compañera de trabajo (y a pesar de ello, querídísima amiga! Besets, Delfi!!!) y a la que a pesar de la coincidencia de apellido, no relacioné con este autor de mi infancia durante algún tiempo. Buenas gentes a las que es un privilegio tener cerca.

En fin, al turrón! La Editorial Dolmen, a la que no me canso de reconocer una y otra vez (sólo hay que mirar este blog) su excelente labor de recuperación de clásicos, ha comenzado no hace mucho, a recopilar el maravilloso trabajo de Sanchis en unos cuidados tomos donde se recogen unas escogidas historietas del mejor Pumby del mejor Sanchis. Tomos verdaderamente disfrutables, con un laborioso trabajo de recuperación y restauración (en la medida de lo posible, que es mucho), en las que el lector viejuno puede volver por momentos a su infancia, correteando por Villa Rabitos junto a Blanquita y el profesor Chivete, y el lector nuevo (intentad que los críos lo lean, de verdad) puede verse inmerso en ese fantástico universo del autor, que llega a abrumar con la gran cantidad de ideas que aporta en cada página, en esa maravillosa locura de imaginación desbocada, en esos entrañables personajes, que le harán quedar atrapado en sus viñetas.

Una obra maestra del tebeo infantil que merece ser reivindicada y un autor colosal que merece ser recordado y releído. Gracias, maestro!

FORT BRAVO (Escape From Fort Bravo, 1953) de John Sturges

Me encanta el western clásico, eso es obvio y cualquiera que eche un vistazo al contenido de este blog podrá comprobarlo. Pero dentro del western, existen ciertos subgéneros, si se les puede llamar así, por lo que tengo mayor o menor preferencia: pistoleros, indios, vaqueros, granjeros contra ganaderos, ganaderos contra granjeros, venganzas, norte contra sur… De todos ellos, el que me resulta menos atractivo de todos es el western con el ejército yankee de protagonista. Siempre hay excepciones (y en el western hay muchas y de un alto nivel), pero por lo general, el exceso de banderitas, patrioterismo, indios muy malos y salvajes y blancos muy buenos y civilizados, como el 7º de caballería, me carga (perdón por el chiste malo).

En cambio adoro casi todo el trabajo del director John Sturges, cuya filmografía sobresale en este género (DUELO DE TITANES, LOS 7 MAGNÍFICOS, EL ÚLTIMO TREN A GUN HILL, LA HORA DE LAS PISTOLAS, etc.) aunque también tiene joyas en el bélico, por ejemplo. LA GRAN EVASIÓN es uno de esos pocos films que todos tenemos, que cuando ves en tv no puedes evitar engancharte y volver a verlo. Y de esos pocos, unos cuantos de los míos pertenecen a Sturges.

En FORT BRAVO hay un poco de todo. La trama nos cuenta como el Fort Bravo del título, se ha convertido en una cárcel para soldados confederados en una tierra rodeada de indios mescaleros con muy malas intenciones. Allí un oficial muy duro (estupendo como siempre William Holden) se enamora de Eleanor Parker, una hermosa joven que visita el fuerte para asistir a la boda de su amiga, aunque su verdadera intención es liberar a William Forsythe (el Blake Carrington de DINASTÍA y la voz del Charlie que hablaba a los ángeles), el cabecilla de los prisioneros sudistas.

Quizá no sea la mejor muestra del cine de Sturges, sobre todo en su primera mitad, pero el director se redime en toda la secuencia final donde un reducido grupo es emboscado por los indios. En un minúsculo espacio físico (por cierto, que fabulosos planos y que uso de los paisajes del oeste en todos sus films!) converge toda la acción con largas secuencias (fenomenal la de los indios midiendo el alcance de las flechas) pero sin restar un ápice de ritmo ni de interés a lo que pasa en pantalla.

Aunque con un final bastante previsible, es un film que en conjunto merece mucho la pena y que ya muestra el gran talento que despuntará el director en sus mejores obras.

Buenos secundarios también, como William Demarest o William Campbell, discípulo de Kirk Douglas en LA PRADERA SIN LEY y futuro klingon.